miércoles, 15 de enero de 2014

5 Ángeles para el milenio, de Bill Viola.



En “The Crossing” -en la fotografía anterior- (1996), Bill Viola sumerge al espectador en un espectáculo de luz y sonido que combina la sorpresa impactante con la exigencia contemplativa, que es incentivada tanto por la prolongación del tiempo, que obliga al espectador a una paciente espera, como por el entorno de oscuridad creado en el museo. El fuego y el agua simbolizan las fuerzas naturales de signo opuesto, que consumen al propio artista hasta hacerlo desaparecer. Muestran así no sólo sus aspectos más destructivos sino también su tradicional función catártica, purificadora o regenerativa.





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